lunes, 6 de abril de 2009

Kraftwerk: We are the Robots


El show que Kraftwerk nos brindó como "telonero" de Radiohead es por sí solo un espectáculo musical-visual imperdible y que merece cada una de las lukas pagadas. Y digo "telonero" entre comillas porque perfectamente podría ser al revés. No tiene sentido comparar a Kraftwerk con Radiohead, no sólo por sus diferencias estilísticas, sino porque la historia y enorme influencia de los primeros ya está escrita hace décadas, mientras que los segundos la siguen escribiendo.

Esa noche en la Pista Atlética, el cóctel musical comenzó con la salida de los chilenos Casino, una banda emergente que no conocía, los cuales en un principio me recordaban el pop rock británico de Travis o Coldplay para luego mutar a algo mucho más interesante con sonidos más psicodelicos que claramente se acercaban a atmósferas madchestereanas de bandas como The Stones Roses o Happy Mondays.

Los androides de Kraftwerk salían en escena con "The Man Machine", seguido de otros himnos como "Computer World", "Autobahn", "Tour de France", "Radioactivity" y la emocionante "The Model", todos los cuales forman parte del ADN del pop electrónico. Cuando tocó el turno a "The Robots", los humanos desaparecieron del escenario y fueron reemplazados por los mismísimos robots.


Kraftwerk fue fundado por por Ralf Hütter y Florian Schneider en Düsseldorf a fines de los años '60 en medio de la corriente vanguardista alemana que por un lado tenía al krautrock con bandas como Tangerine Dream y por otro una escena más influenciada de la experimentación electrónica del pionero Karlheinz Stockhausen. A través del paso de los años, la banda a tenido distintos miembros, pero se considera en la formación clásica además a Wolfgang Flür y Karl Bartos. En esta gira, de los miembros originales sólo Hütter se mantiene y el resto de los actuales integrantes son Fritz Hilpert, Hennig Schmitz y Stefan Pfaffe.

La influencia de Krafwerk es enorme porque tal como leí por ahí, sus discos son como las Tablas de la Ley del Techno. El electro - piedra fundacional de todo el house de Chicago y el techno de Detroit - nació de un tema llamado "Planet Rock"(1982) que Afrika Bambaataa - un dj del Bronx - , consiguió al remezclar las melodías del "Trans-Europe Express" de Kraftwerk. Desde ahí, toda la corriente techno y sus derivados le deben su vida - aunque algunos lo nieguen- al sonido de los androides de Düsseldorf .

La base rítmica y melódica presente en cada uno de los temas sigue hasta hoy tan fríamente vigente que al escucharlos la emoción te cala hasta los huesos. Pensar que Kraftwerk es una especie de fósil viviente de la prehistoria de la música electrónica hace de esta experiencia algo más que alucinante. Con un sonido y despliegue visual único, el show es fruto de una perfecta sincronización hombre-máquina, que hace que todos los presentes nos transformemos en autómatas, en robots que siguen las ordenes escritas en un software que llamamos música electrónica.

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