miércoles, 2 de diciembre de 2009

El sabor de la vida

Cuando creemos que en el cine ya hemos visto de todo, aparecen pequeñas películas como "Den Brysomme Mannen" (2006), que nos muestran a través de una fábula kafkiana una oscura mirada a la vida moderna.

Dirigida por el noruego Jens Lien y filmada en Islandia, este fresco film con toques de humor negro, retrata la llegada de un hombre llamado Andreas - en autobús, desde no sabemos dónde - a una extraña ciudad sin nombre. De inmediato, le asignan un departamento, un auto y un trabajo que parecen perfectos. Confundido, comienza a llevar una rutina en medio de una ciudad en donde las personas le parecen vacías e individualistas. Comienza a visitar bares pero las bebidas no tienen alcohol - él se siente solo y quiere emborracharse pero no hay caso-, las comidas no tienen olor ni sabor y los temas de conversación del resto de los mortales son siempre superficiales. Pronto conoce a una mujer y se mudan a una gran casa. Su relación es tan fría - el sexo es un acto mecánico -, que luego se enamora de una chica que parece más sensible. Pero se equivoca. En ese lugar, donde todo parece prefabricado y nadie tiene emociones ni sentimientos, lo comienza a embriagar una sensación de ahogo y sólo desea escapar. Entonces se intenta suicidar arrojándose a las vías del metro - las escenas aquí son simplemente delirantes -, pero ello también le sale mal.

En medio de esa ciudad perfecta - tan limpia, pero tan gris a la vez- , donde todo el mundo vive feliz en pos del consumo y donde no hay niños que griten ni problemas que resolver, Andreas cree ser el único que extraña el sabor de la vida hasta que conoce a Hugo, un hombre que guarda un secreto en el sótano de un edificio: un agujero en la pared por donde se escucha una lejana melodía. Curioso, Andreas comienza a cavar un túnel hasta el otro lado, y pronto se escuchan risas de niños y se sienten olores exquisitos. ¿Que hay del otro lado? ¿Se trata acaso del mundo real que Andreas extraña?. Cuando está a punto de cruzar al otro lado - lleno de colores, sabores y aromas - , unos agentes lo atrapan y lo envían de vuelta - como a un exiliado - al misterioso autobús desde el cual llegó a la ciudad. En medio del viaje - nuevamente a no sabemos dónde - Andreas se baja a medio camino, esta vez, en medio de la nada.
"Den Brysomme Mannen" es la mirada ácida a una sociedad de consumo, en que los valores sólo existen en el precio de las bienes materiales y en donde no hay espacio para las emociones. La felicidad y el éxito es el único fin de la vida y sino se tiene entonces hay que aparentarla. Notable es la escena en que Andreas le dice a su mujer que la va a dejar y ella - sin inmutarse - responde que el sábado tiene invitados y que la deje después de ese día . Tal como dice el propio Lien "Esta película es para mí un retrato de una sociedad que ha perdido algo. Un lugar en el que todo funciona, pero las emociones están ausentes, olvidades completamente".

Cuando muchos de nosotros nos sentimos presionados por el alcanzar el éxito y creemos que el sistema nos absorbe entonces sólo cabe parar un momento y disfrutar de los placeres simples de la vida. Como ir al parque con un libro bajo el brazo y sentarse a leer bajo un árbol. O viajar hasta la orilla del mar y una vez allí, respirar tan profundo hasta sentirse renovado o simplemente disfrutar de una exquisita cena con un buen vino acompañado de tu pareja y el disco perfecto. Esta es nuestra naturaleza humana, esto es el sabor de la vida y por suerte - y a diferencia de Andreas - , no lo perderemos nunca.


No hay comentarios: