jueves, 17 de junio de 2010

Space Oddity


"Estoy sentado en esta lata de aluminio/lejos, encima del mundo/el planeta tierra es azul/y no hay nada que pueda hacer" dice David Bowie en "Space Oddity", esa genial canción de 1969. Cuarenta años después, Sam Bell, el solitario protagonista de un film llamado "Moon" (2009) podría pensar lo mismo encerrado en una base lunar mientras mira a través de la ventana, allá lejos, el planeta tierra. Esta comparación no es mera casualidad. "Moon" está escrita y dirigida por Duncan Jones, el hijo mayor de Bowie. Esta brillante película es la hermana menor - sobre todo si se piensa en su presupuesto y la casi nula utilización de efectos especiales - de "2001: Odisea en el Espacio" de Stanley Kubrick ya que ambas comparten bajo una sofisticada versión sci-fi la filosofía del origen de la vida: la búsqueda a la respuesta de "quienes somos" o "de donde venimos".

Sam Bell - interpretado por Sam Rockwell - es el único ocupante de una base lunar minera cuya labor es extraer el helio-3, combustible que debe enviar periódicamente a la tierra. Su misión dura tres años, por lo que la espera de volver a casa se hace eterna en medio de la soledad lunar. Su única compañía es GERTY - bajo la voz de Kevin Spacey -, robot y sistema operativo de la base. Si en "2001: Odisea en el Espacio" es la frialdad de HAL 9000 lo que impera, aquí es la humanidad de GERTY lo que sorprende. El robot parece tener sentimientos y comparte las penas y alegrías de Bell. Su pantalla contiene un Smile y de acuerdo al estado de ánimo va cambiando en emoticones capaces de sacar lágrimas.





Un día Bell sufre un accidente a bordo de un vehículo lunar y días después despierta desorientado en la base. ¿Cómo llegó devuelta?. Aún cedado, cree ver a otro hombre a bordo. Despierta y se da cuenta que el otro es él mismo. La lucha por su identidad comienza y hay más preguntas que respuestas. Su perfecto clon pronto se vuelve cómplice y juntos deciden descubrir la verdad. A través de GERTY encuentran respuesta a su existencia y a pesar de la cruda verdad no se dan por vencidos.

Jones hace de "Moon" una inteligente, sencilla y eficaz opera prima que lejos de ser otra típica película de ciencia ficción es una metáfora que encierra las eternas preguntas de nuestra existencia. La estupenda banda sonora de Clint Mansell - el mismo de la demoledora "Requiem for a Dream" de Darren Aronofsky - envuelve al film en la atmósfera claustrofóbica necesaria para comprender de mejor forma el encierro y la soledad que sufren los personajes. En una entrevista, el propio Jones aclara: "aparte de todo el aspecto tecnológico, Moon es en verdad una historia sicológica sobre la soledad". Como concluyó la revista Cahiers du Cinema, "Moon" es una película "realista, minimalista y paradójicamente humana".
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