lunes, 27 de septiembre de 2010

Ecuación perfecta en sonidos electrónicos

Hay discos de electrónica que son producto del reciclaje de viejos sonidos, que extraen gota a gota el adn de la vieja escuela y los fusionan con beats, loops, scratching y otros recursos tecnológicos. Así forman una mezcla perfecta, una experiencia que transporta, una dosis que hace bien al cuerpo y al alma. Ejemplos de ello hay varios, pero quiero rescatar aquí dos imprescindibles álbumes de los años 90's: Endtroducing...de Dj Shadow y Colours de Adam F.


Joshua Paul Davis, mas conocido como Dj Shadow, lanzó en 1996 el álbum Endtroducing... revolucionando la industria al revivir viejos sonidos que permanecían escondidos en su impresionante colección de vinilos. Envuelto en una atmósfera downtempo y construido casi por completo en base a samples , en el álbum podemos encontrar hip hop abstracto, soul, jazz, funk y break y comienza con el juego de scratching de "Best Foot Forward" y sigue con la pausada pero adictiva "Building Steam With a Grain of Salt" hasta llegar al breakdance de "The Number Song". El cuarto corte "Changeling" que contiene un sample del "Invisible Limits" de Tangerine Dream es una exquisita pieza downtempo que roza con el ambient y "What Does Your Soul Look Like (part 4)" es un relajado ejercicio de chill out como para hundirse en el sofá. En la oscura y casi lyncheana "Stem/Long Stem" nuestro maestro de ceremonias sube a ratos las revoluciones para pasar de improviso al melodioso silencio de un saxo. "Mutual Slump" es puro drum 'n' bass filtrado por jazz y el breve hip hop de "Why Hip Hop Sucks In '96 " da paso a la insuperable "Midnight In A Perfect World", primer single del álbum. "Napalm Brain/Scatter Brain" comienza con sonidos que recuerdan las series policiales de los '70 y sigue con el drum 'n' bass mas intenso del disco y al finalizar, "What Does Your Soul Look Like (part 1)" es un dulce y emocionante homenaje al jazz, origen de todo el sonido del álbum.






A diferencia del Entroducing...en el Colours (1996) de Adam F. las revoluciones suben ya que aún cuando está lleno de matices es el drums 'n' bass el protagonista y comienza con "Intro" seguida de "73", ambas claramente inspiradas en la Blaxploitation. Con el tercer corte "Metropolis", el drum 'n' bass hace su presentación de forma muy árida, pero en "Music in My Mind" - una de las mejores del disco - la percusión se hace mas amigable acompañada de una voz sintetizada. El comienzo de "Jaxx" nos recuerda el "Inner City" de Goldie - quizas porque él mismo participa en el disco - pero al poco andar se desmarca y al llegar a la septima pista es Tracey Thorn quien pone su voz en la melódica y deliciosa "The Tree Knows Everything", canción que encajaría perfecta en el Walking Wounded de los Everything But The Girl. El disco avanza con el single "Circles", un limpio ejercicio de estilo que constrasta con la áspera y sucia "Dirty Harry" remezclada por Grooverider y luego con "F Jam" - otra de las cumbres del disco - el giro es radical a un sutil y jazzy drum 'n' bass rapeado magistralmente por Mc Conrad. "Aromatherapy" es una clásica y seductora pieza de acid jazz y hacia el final - terminando con la participación de notables representantes de la escena drum 'n' bass - es Roni Size quien remezcla "Circles", estampando su inconfundible estilo.





Paisajes sonoros llenos de magia. Deliciosas atmósferas que retornan de un pasado del cual no somos parte, pero que sentimos nuestro. Sonidos negroides, urbanos, que nacen cuando el sol se esconde y reencarnan el espíritu de la vieja escuela. Como alguien dijo por ahí: toda la electrónica viene de los 60's y los 70's, es sólo cuestión de encontrar la ecuación perfecta. Esa ecuación señores, yo la encontré en estos dos grandiosos discos.

martes, 7 de septiembre de 2010

La explosión de Jon Spencer


Conocí la música de Jon Spencer a mediados de los '90 - como en muchos otros casos - en el programa Nación Alternativa de MTV con algunos videos de su proyecto Boss Hog junto a Cristina Martinez. Lo que yo no sabía por entonces es que había comenzado sus pasos musicales a través de una banda formada en New York llamada Pussy Galore y que luego había fundado también la Jon Spencer Blues Explosion.

Poco tiempo después, con el primitivo y salvaje álbum Now I Got Worry (1996) bajo la Blues Explosion me volví adicto a su sonido. Con una actitud 100% rockabilly y una enorme dosis de locura e intensidad, el disco es la esencia del rock por el rock. Su tercer corte "Wail" libra una energía que recorre cada fibra del cuerpo, una sinapsis que no deja neurona indiferente. "2 Kindsa Love" no queda atrás y es la catarsis al final de un día grandioso, un éxtasis que no se consume nunca.


Con Now I Got Worry vino el descubrimiento de su anterior disco Orange (1994) con temazos como "Bellbottoms", pero fue con el posterior Acme (1998) y su single "Talk about the Blues" que la fusión del rock de Jon Spencer con el scratching de Dan The Automator - sumado a las imágenes de su genial video con Winona Rider - me hacían comprender que antes de ello lo que había escuchado de Jon Spencer sólo era un aperitivo. Ese híbrido, que era todo y nada a la vez, me mostraba al verdadero animal del rock. Las posibilidades desde entonces eran infinitas.




Después de dos álbumes discretos, Plastic Flag (2002) y Damage (2004), Jon Spencer arma un dúo con Matt Verta-Ray bajo el nombre de Heavy Trash. Si con la Blues Explosion era el maestro de ceremonias, con Heavy Trash es la reencarnación natural de los antiguos rockers, el espíritu de la vieja escuela. La alucinante experiencia en vivo con esta última banda no hace más que convencerme que Elvis está vivo y encarnado en el alma de Jon Spencer.

Si las canciones del desaparecido Jeff Buckley son un manifiesto a la intimidad y a las cosas que desgarran, en la vereda opuesta está el sucio Jon Spencer con su inagotable carga de 220 voltios que sigue rompiendo el establishment. Un motor que inyecta rock'n'roll, blues, country y punk a todo lo que encuentra a su paso. Su música es la interminable celebración del rock y de la energía que nos mantiene vivos.