domingo, 20 de febrero de 2011

Doppelganger


Obsesión, dolor, perfección: suficiente para clasificar la existencia de Nina, la frágil y la vez feroz bailarina interpretada por Natalie Portman en la magnífica "Black Swan" (2010), última película de Darren Aronofsky. El film narra sus esfuerzos por conseguir el papel principal en el próximo estreno del ballet del Lago de los Cisnes cuyo director - interpretado magistralmente por Vincent Cassel - lucha por despertar en ella el lado salvaje que duerme en su interior. Como un doppelganger, en Nina el dulce cisne blanco es acechado por el cruel cisne negro que desea tomar el control de su cuerpo.

Tensa y perturbadora, la película avanza in crescendo como al ritmo de la danza que, lejos de mostrarse aquí como una bella pieza de arte, muta en una pesadilla digna de los cuentos de Edgard Allan Poe. Tras imágenes y sonidos se esconden diversos recursos que dan vida a las metáforas que Aronofsky genialmente nos ofrece: sonidos como el batir de las alas de un cisne cuando Nina mueve sus brazos en escena; rasguños en la espalda en cuya piel comienzan a aflorar plumas negras; ojos rojos en los momentos de excitación.

A ratos, las imágenes que coquetean con el terror parecen filmadas por Roman Polanski y el propio Aronofsky reconoce felizmente en una entrevista esa influencia: "La verdad es que soy un gran fan de Polanski, habré visto mil veces "Repulsión" o "El Inquilino". Y claro, porque vemos aquí que los ecos de "Repulsión" se manifiestan en este thriller psicológico con Nina y sus constantes trastornos obsesivo compulsivos - se siente amenazada pero también atraída por una des sus compañeras interpretada por Mila Kunis - , sus terrores nocturnos y sus complejos sexuales; y de "El Inquilino" son las atmósferas claustrofóbicas - la asfixiante relación con su madre - y los ataques de locura que inundan la delirante vida de esta bailarina de ballet.

Si en Closer (2004), una sensual Natalie Portman se desnuda para bailar un striptease a los extraños que suplican por su cuerpo en un club nocturno, aquí es la aparente inocencia de una bailarina de ballet la que se desnuda ante el reclamo de su bestia interna. Sólo uno de los cisnes triunfará. Como una fábula, esta es la historia de un cisne que nació con la pálida luz del día y que alcanzó su sueño al abrir las alas en la más oscura de las noches.