domingo, 7 de noviembre de 2010

Cuando surgen las canciones.

Escribo este post en esta extraña tarde de noviembre, con algo de frío y mucha lluvia que cae sobre Santiago. November Rain. Sé porque la lluvia me hace escribir y también sé porque la lluvia me inspira y me trae nostalgia. Nací y viví mucho tiempo en el sur y durante eternas tardes de lluvia me encerraba a escuchar canciones. Por esos días y tal como ahora - pero a diferencia de antaño cuando sólo disponía de algunas decenas de cassettes y uno que otro disco compacto - las canciones surgían solas.

Desde entonces mis preferencias musicales han cambiado pero hay temas que perduran, que no se olvidan nunca. Encuentro en un viejo cassette de 1991 - que lo grabé precisamente en un día de lluvia en julio - algunos temas de Air Supply: "All Out Of Love", "The One That You Love" y la grandiosa "Lonely Is The Night". Justamente por esos tiempos Air Supply me acercó a otras bandas, entre ellas Foreigner de la cual escucho ahora "I Want To Know What Love Is" y la exquisita "Waiting For A Girl Like You" y de sus contemporáneos Cutting Crew "I Just Died in Your Arms Tonight" y "I've Been In Love Before".


Otras canciones que escuchaba en las tardes de lluvia de los '90 y que ahora caen otra vez son viejos hits de los '70s como "Amanda", temazo del grupo Boston con letras como "..¿Si te lo digo esta noche / apagarás la luz / y te marcharas sabiendo que te amo?" y 100 CC con "I'm Not In Love": "Me gusta verte / pero entonces otra vez vuelvo a caer / eso es malo para mí". De los años '60s y parte de la banda sonora del film "El Graduado" - sería una excelente película para esta tarde - escucho también el "Sound Of Silence" de Simon & Garfunkel.

Llega a noche y la oscuridad me trae la tremenda "Wake Up" de Mad Season y de ahí el salto a Mark Lanegan es natural con temazos como "One Hundred Days" o "One Way Street" a quien precisamente hace pocos meses atrás - en una fría noche de domingo - fui a ver al Normandie. Finalmente encuentro el album Shangri La Dee Da de los Stone Temple Pilots y escucho "Wonderful" y "Hello it's Late", dos temas que me acompañaron en los últimos días de Universidad.



En los momentos en que deseamos escapar de la rutina. Cuando sin explicación nos invade el miedo entre el caos de la ciudad. Cuando algo cambia y no sabemos porqué nos afecta. Cuando la brisa de otoño deja de golpearnos en la cara. Cuando las palabras sobran ante una inmensa y triste mirada. Cuando llueve como ahora y los recuerdos no paran de caer. Es ahí, justo ahí, cuando surgen las canciones.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Recoil: la revelación de los sentidos.


Momentos como los de la jornada de anoche en la Blondie es de aquellos que no se olvidan nunca. Porque Recoil en vivo es una experiencia catártica, mística, que llena tanto los sentidos como el alma. Alan Wilder, otrora miembro de Depeche Mode liberó aquí toda su energía creativa acompañado de Paul Kendall en el tour A Strange Hour que los ha tenido recorriendo el mundo desde marzo de este año.

El set list - que forma parte de su último álbum de remezclas titulado Selected - nos sorprendió por su perfección el cual acompañado de una película con una impresionante y seductora fotografía comenzó con un mix de "Prey" seguido de "Want" - original del album Liquid - y "Shape The Future", llegando a una versión dub de la exitante "Drifting", sin duda uno de los mas grandiosos momentos de la noche. El cóctel seguió con temas como "Allelujah" - muy noise - y "Uranokemia" hasta que Wilder nos deleita con una versión - por momentos calcada a la original - del "Never Let Me Down Again" de los Depeche Mode. A esas alturas el éxtasis era total y la simbiosis entre Kendall y Wilder era perfecta: mientras el primero se mantenía concentrado en lo suyo - el loco de las perillas ensuciaba las pistas a punta de noise, drones y efectos de reverberación - el segundo se mostraba siempre relajado, cercano, en constante feedback con el público.


La Blondie continuó inundada de beats y bajos con "Shunt", "Speedy Groove" y un envolvente mix de la extraordinaria "Stalker" - original del Unsound Methods -. Pasados los 75 minutos, Wilder y Kendall se despiden bajo la euforia de los - calculo - 500 fans que asistimos al show pero pasados un par de minutos las luces se vuelven a apagar y nos regalan un bis de antología con un sample del "Walking In My Shoes" de los Depeche Mode remezclado con "Jezebel" de Recoil y al final - y cuando ya todo era demasiado - suena un remix del Personal Jesus con un Wilder animándonos - a lo Dave Gaham - a seguir el clásico coro.


Que importa que el show se haya demorado más de una hora en partir. Con la experiencia que nos brindó Wilder está mil y una veces perdonado. Porque cuando su sonido nos envuelve y hace que todo lo demás desaparezca no hay ninguna emoción que compita con ello. Esto no es electrónica para el mainstream, sino la revelación de los sentidos como expresión del arte. En las mismas palabras de Wilder: una noche fantástica.