viernes, 13 de noviembre de 2009

La pasión de Jeff Buckley

Descubrí a Jeff Buckley en 1995 en pleno auge del rock alternativo a través de un video clip emitido por el programa Nación Alternativa en MTV (cuando por ahí pasaban videos), el video en cuestión era "Grace". Quedé impresionado de la pasión e intensidad de la voz del hasta entonces para mí desconocido cantautor y de la interpretación en aquella canción que te podría hacer llorar. Pasaron los años hasta que en un especial de radio pude escuchar por completo su album Grace (1994), descubriendo otras joyas como la hermosa tristeza de "Lover, you should 've como over", y la emocionante "Last goodbye"", con letras como "este es nuestro último adiós, odio sentir que el amor que hay entre nosotros muera, pero ya es tarde, sólo escucha esto y entonces me iré, me diste más para vivir, más de lo que tu nunca sabrás".



Siendo una obra de diez canciones que hablan de la soledad y la pérdida, interpretadas con una extraordinara sensibilidad - a través de melodías ciertamente optimistas -, no cabía duda que Grace se convertiría en un clásico. Pero en mayo de 1997 Jeff Buckley desaparecía en extrañas circuntancias en las profundidades del río Missisipi a la edad de 30 años. Ese río, donde antes corría la sangre de los primeros bluesman - aquellos que luego de agotadoras jornadas bajo un intenso sol en los campos de algodón, se reunían a cantar lo que su alma les gritaba -, se llevaba al hijo de Tim Buckley, un músico californiano que murió incluso más joven - a los 28 años por sobredosis -, de quien Jeff alguna vez dijo "Yo no lo conocí, escogió otra vida. Mi voz ha sido la misma de todos los hombres de la familia". Por eso, cuando en una entrevista se le preguntó por sus influencias aclara "Mis raíces musicales vienes de mi madre y de mi padrastro. A los 9 años, él me regaló mi primer disco de rock, "Physical Graffiti" de Led Zepellin. Entonces me gustaba The Who, Jimi Hendrix, Pink Floyd...a los 16 años escuchaba a Edith Piaf. Luego descubrí a los Bad Brains y a Robert Johnson. Los adoré simultáneamente. Mi música debe ser la culminación de todo lo que amo. En mi fase Miles Davis aprendí que si quieres rendir tributo a tus héroes debes crear tu propio estilo". Ese particular estilo que lograría reflejarlo en Grace - su único album de estudio editado en vida - lo veríamos también en el póstumo Sketches for My Sweetheart the Drunk (1998), el cual se disponía a comenzar a grabar junto a su banda en Memphis al momento de su muerte.


Capaz de cantar con el alma, recuerdo que sus canciones me acompañaron en intensos momentos durante mi paso por la universidad. La desgracia de su partida, nos dejó sin uno de los más talentosos músicos del último tiempo, cuyas obras llenas de nostalgia nos estremecerán por siempre. Su influencia en la música, es comparable ahora a la dejada por míticos cantautores como Nick Drake y se puede apreciar en toda una generación de músicos. Jeff decía "lo que quiero conseguir es meterme bajo la piel de los que escuchan mis canciones". Grandioso.

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