domingo, 8 de febrero de 2009

El Ciudadano Welles

En la historia del cine muchos consideran como la mejor película de todos los tiempos a "Ciudadano Kane" (1941), dirigida, protagonizada y coescrita por el "inmenso" Orson Welles. Siendo su ópera prima, la película revolucionó completamente la técnica del cine - marcó un antes y después en la historia - gracias a su extraordinaria forma narrativa, sus continuos flashbacks que mezclaban presente y pasado, complejos movimientos de cámara, sorprendentes ángulos de visión - literalmente se creó aquí el contrapicado -, y por sobre todo, la experimentación con la profundidad de campo - esta técnica se pudo ver después en otros hitos del cine como "Persona" de Igmar Bergman, el cine de Béla Tarr o de Michael Haneke -.


La cinta cuenta la historia del magnate de las comunicaciones Charles Foster Keane - es casi una biografía oculta de William Randolph Hearst, el verdadero multimillonario de las medios norteamericano - quien nace pobre y en su juventud comienza a armar un imperio de prensa y radio y que gasta su fortuna en una infinita colección de arte. La película comienza con la muerte de Keane en su castillo en cuyos últimos momentos pronuncia la palabra "rosebud" lo cual gatilla un profunda investigación por parte de un grupo de periodistas en busca del significado de tal misteriosa palabra.

Con su quinta película
"La Dama de Shangai" (1948), protagonizada nuevamente por el propio Welles junto a Rita Hayworth - quien por entonces era su esposa - comienza su incursión por el género negro, en una historia basada en una novela policial en cuya trama llena de engaños se destaca la extraordinaria escena del tiroteo en la sala de espejos. Siguiendo bajo el cine negro, el director británico Carol Reed invita a Welles a formar parte de "El Tercer Hombre" (1949) - escrita por Graham Greene - la cual constituye todo un hito en la historia del cine. Como en "Ciudadano Kane" esta película innovó en muchos recursos técnicos - es evidente el aporte de Welles al film - como el trabajo de luces y sombras - notable es la escena donde Harry, el personaje interpretado por Welles, aparece desde las sombras - y la técnica de la cámara inclinida - utilizada por los realizadores alemanes de los años '20 - para dar una atmósfera expresionista. Rodada en verdaderos exteriores de Viena - como las escenas de las persecuciones en las cloacas - y acompañada por la banda sonora de Anton Karas destaca también la escena final donde Ana - interpretado por Alida Valli - aparece caminando desde lejos hacia la cámara, lo que nunca antes se había visto en el cine.


Se dice que "El Tercer Hombre" es la película más brillantemente lograda en blanco y negro a lo que yo agregaría "Casablanca" (1942) de Michael Curtiz y otra película de Welles: "Sed de Mal" (1958). Protagonizada por Welles, Charlton Heston y Janet Leigh - la actriz de "Psicosis" de Hitchcock - la película es cine negro en estado puro, un thriller que relata una historia de corrupción que ocurre en los oscuros bares y moteles de una pequena ciudad fronteriza. Aquí Welles vuelve a sorprender con su genialidad desde el principio con un plano secuencia de tres minutos en que la cámara sigue a un automóvil al cual le han puesto una bomba. En su siguiente película "El Proceso" (1962), Welles muestra a su manera el mundo de Kafka, y luego lo haría con Shakespeare en "Campanadas a Medianoche" (1965), tal como lo había logrado con su visión de los clásicos "Macbeth" (1948) y "Othello" (1952).

El talento y genialidad de Orson Welles (fallecido en 1985) que desde el principio hizo que Hollywood desconfiara de él - por suerte para nosotros que podemos disfrutar de su libertad creativa - lo sitúa en la cima de los realizadores cinematográficos de todos los tiempos. Con una enorme influencia en otros directores como John Huston ("El Halcón Maltés"), William Wyler, Billy Wilder y Stanley Kubrick, Orson Welles es para el cine lo que Lou Reed es para el rock and roll.

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