sábado, 28 de marzo de 2009

Radiohead: la canción sigue siendo la misma.

Las luces se apagan, Thom Yorke y compañía aparecen en el escenario ante la efervescencia de los asistentes en la segunda noche de un evento histórico. Nada hacía suponer que el viaje comenzaría bajo los acordes de "Creep", una de las más grandiosas canciones de los '90: "cuando caigas, podré ver en tus ojos / eres como un ángel / tu piel me hace llorar / flotas como una pluma / en un mundo hermoso / eres tan especial / quisiera ser yo tan especial / pero soy un canalla." Pasado el éxtasis de "Creep" - tema de su debut Pablo Honey de 1993 -, Radiohead nos invita a recorrer las más notables canciones de su discografía, desde el exquisito The Bends (1995), seguido del extraordinario Ok Computer (1997), pasando por las incursiones pseudoelectrónicas de Kid A (2000) y la vuelta de guitarras de Hall to the Thief (2003), hasta llegar por supuesto, al flamante In Rainbows (2008), disco que da origen a la gira.

Los chicos de Oxford nos brindaron un concierto con un sonido y escenografía impecables. En esa mágica de noche de viernes, eramos miles los que seguíamos cada acorde, cada riff y cada letra de aquellas canciones que forman parte de la banda sonora de nuestras vidas - para algunos como yo, desde hace 15 años -. Suenan "Just" y "Bodysnatchers", las que tocadas en vivo descargan una energía insospechada, con Yorke y compañía gritándonos que, al igual que nosotros, viven en este mundo sin saber ni entender nada. ¿Acaso no subiámos todo el volumen, al escuchar muchas de las canciones de Radiohead, a medida que también subían nuestros miedos o alegrías, en los momentos en que todo parecía confuso?. Temas como "Street spirit", "No surprises" y "Lucky", se transformaron en momentos cargados de emoción. ¿Cuantos de nosotros, nos encerrábamos por horas en nuestras habitaciones, acompañados sólo por las canciones de Radiohead, cuando creíamos que nadie más sentía lo mismo?. Cuando Yorke, en un preciso instante de silencio, comienza a cantar "Exit music (for a film)", el ambiente se volvió sobrecogedor: "Despierta de tu sueño / seca tus lágrimas / hoy escapamos, escapamos".

Los quiebres del repertorio se producían con aquellos temas donde la base electrónica es protagonista, como "15 Steps" o "Idioteque", y nos mostraban a un Yorke muy animado bailando sobre el escenario, como queriendo olvidar los momentos de catarsis. Pero es en los cortes de In Rainbows, con sublimes interpretaciones de "House of Cars", "Jigsaw falling into place" y "All i need", donde nos damos cuenta que la canción sigue siendo la misma, y eso, es lo que justamente queremos. Ahí está el arma, la inyección a la vena de siempre. No importa que Thom Yorke siga siendo el niño raro del rock, escribiendo las mismas letras desde Pablo Honey, con la misma entonación vocal, con la misma experimentación. Que él y su banda sigan editando emocionantes discos y que nos hagan llorar de alegría. Que un final perfecto como "Paranoid Android" se repita una y mil veces.

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