viernes, 26 de diciembre de 2008

El efecto Sofia Coppola

Siendo parte del circuito pseudoindependiente, el cine de Sofia Coppola produce un efecto que todo realizador quiere provocar pero que pocos llegan a lograr en sus espectadores, esto es, la capacidad de emocionarnos, de revivir recuerdos o sentirnos identificados, en resumen, de lograr extraer nuestra a veces oculta sensibilidad. Si a esto le agregamos una exquisita banda sonora cargada de canciones pop o rock imperdibles para cualquier melómano - tal como lo hizo Stephen Frears en Alta Fidelidad - el efecto se multiplica. Ocurrió con su debut en la mágica Las Virgenes Suicidas (1999) - guion escrito por la misma Sofia Coppola basado en la novela de Jeffrey Eugenides -,excelente retrato de una familia americana de las años '70 compuesta por cinco hermosas hermanas adolescentes y cuyos padres excesivamente puritanos oprimen sus deseos, sus sueños, sus aventuras y sus amores: la vida misma. Todos los chicos del vecindario las contemplan diariamente enamorados y seducidos - quizás nosotros al verla sentimos lo mismo- , soñando que algún día se convertirán en sus propias mujeres. Destaca la actuación de Kirsten Dust como la más sexie de las hermanas y de Josh Hartnett como el galán del colegio (Harnett aparecería después en el rol protagónico de Wicker Park , película dirigida por Paul McGuigan que logra el mismo efecto embriagador a través de un excelente guión y banda sonora con temas de Mazzy Star, Broken Social Scene, Death Cab For Cutie, The Postal Service, entre otros). A través de una excelente fotografía - musica e imagen la mezcla perfecta - se funde con temas de Air y clásicos como Tood Rundgren, Sloan ("Everthing you,ve donde wrong"),Gilbert O'Sullivan ("Alone Again Naturally"), The Hollies ("The Air Than I Breathe") o 10CC ("Im Not in Love"). Memorable y nostálgica es la escena donde los chicos a través del telefono trasmiten a las chicas - en su encierro - parte de estas clásicas canciones en vinilo, transformándose en una especie de dialogo musical. El final - esperable por el título de la pelicula - es desgarrador en su forma, pero esta lleno de simbolismo.


Algo ocurrió con la segunda película de la hija del gran Francis Ford Coppola,Lost in Traslation (2003), porque no logró decirme nada, aburridisima en sus eternos dialogos y miradas entre los personajes caracterizados por Bill Murray y Scarlett Johansson, creo que lo único que provocó fue darme sueño. Extraño después que la critica especializada y muchos cinéfilos la consideraran su mejor obra, "inteligente y fresca", "deslumbrante" dijeron otros. Su historia, el simple encuentro de dos desconocidos en Tokio, es tan repetida como muchos otros encuentros en el cine. Aún me pregunto si acaso esa vez no era el momento de verla, quizás por mi estado de ánimo - creo que hay muchas películas que se deben ver según el estado de ánimo para disfrutarlas, como por ejemplo Paris,Texas de Win Wenders - pero aún así no tengo ganas de volver a experimentarla. Salva por supuesto, la música que acompaña las andanzas de los personajes, como lo hace por ejemplo el tema de The Jesus And Mary Chain.


Kirsten Dust se repite el plato con la interesante Maria Antonieta(2006) - ¿Se convertirá en su actriz fetiche?- notable versión de la historia de la princesa austriaca prometida al rey francés Luis XVI -símbolo de la decadencia del siglo XVIII - , inmerso en los majestuos jardines y habitaciones del Palacio de Versalles. El dispalfarro, las fiestas, la gula, la moda y todo lo imaginablemnte frívolo o superficial se tira aquí a la parilla, y eso es lo que justamente importa, ya que de esta forma el efecto Sofia Coppola vuelve a emerger, nos provoca y captura con sus imágenes e inquieta banda sonora repleta de canciones pop - New Order con "Ceremony", Siouxsie & The Banshees, The Cure y otros - . Al respecto, en una entrevista al diario Clarín de Argentina, le preguntan a Sofia Coppola "Hay quien dice que María Antonieta es parte de una trilogía suya sobre el despertar sexual de las mujeres jóvenes?" para lo cual responde "Cuando terminé la película me di cuenta de que hay una conexión en la temática de mis películas y que éste era el último capítulo de algo en lo que venía trabajando. Éste es un nuevo paso en la evolución de una muchacha. En Lost in translation ella está a punto de descubrir su identidad, y en esta historia vemos cómo una muchacha se convierte en mujer. Por tanto sí, creo que efectivamente se trata de una trilogía...".


Sofia Coppola ha triunfado en el mundo del cine gracias a sus propios meritos y no por ser "hija de papá Coppola". Con un estilo independiente, fresco y muy pop, ha logrado emocionarnos en su corta trayectoria, lo que se agradece en estos tiempos donde muchos fracasan intentando reinventar eso que llamamos cine.

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